jueves, 7 de marzo de 2013

Llegará un momento en el cine...

Llegará un momento en el que el cine se hará como fotografías, libros como si fueran películas y fotografías como si fuera la realidad aumentada. Es más, puede que ese momento haya llegado ya y se esté repartiendo en el tiempo. El cine aprovechará esos libros visuales, esas técnicas de fotografía y seguirá igual de vacío. Tratará de mezclarse con otras industrias como las del videojuego a las que cada vez les irá mejor, mientras las salas de los cines se irán quedando vacías porque no tienen nada nuevo ni mejor que ofrecer que simples efectos visuales que engatusen al espectador con el 3D.



Y esto pasa cada vez más, el cine está estancado en un escalón, se queda atrás creativamente, no tecnológicamente. Hoy en día hay más recursos de los que se podrían disponer en una película genial hecha por un gran guionista y dirigida por un buen director. Considero que estas papeletas, este tipo de "inoportuna oportunidad", son un anticipo de lo que podrá haber en un futuro. Se han repartido demasiado pronto estas ventajas que, por supuesto, solo pueden contar unos pocos afortunados del cine americano. Pero, por otro lado, abren un mundo nuevo y totalmente distinto de lo anterior para las nuevas creaciones que vendrán. Los juegos visuales están muy bien para un espectador que no pide mucho más que mero entretenimiento, pero llegará el día en el que el cine usará las herramientas que tiene en alguna obra maestra que ha sido capaz de aprovechar las oportunidades que le han dado. Y es que del cine se aprende por una cosa o por otra. Un ejemplo realmente curioso es el de la televisión en blanco y negro, cuando salió, según un estudio, una gran cantidad de gente afirmaba tener sueños en blanco y negro y cuando salió la televisión a color toda una generación cambio su respuesta en el mismo test. Sigo pensando que el ser humano como ser creativo tiene aún mucho camino por avanzar, tiene grandes caminos marcados por los que evolucionar, y cuando vaya subiendo escalones se dará cuenta de los recursos que podría aprovechar para una película, pero en lugar de verse obligado como un recurso que genere dinero, sea la propia inspiración la que pida de esta tecnología adicional.



No sé vosotros, pero yo como escritor ya tengo mis ideas y mis sueños respecto a un mundo tecnológicamente innovador. Desde las gafas google hasta los e-book, hay un mundo por explorar antes de ser explotado, pero lo más curioso es que lo que verdaderamente valdría la pena ser explotado, no se podrá explotar. No se puede exigir creatividad ni cantidades industriales de originalidad en un período corto de tiempo, al fin y al cabo es lo que nos hace humanos, y lo que nos diferenciará de los robots en un futuro esperemos que no muy lejano. Si algunos aún esperan a que su monopatín volador de Regreso al futuro se haga realidad, yo sigo tumbado esperando a que mi mayordomo robot venga con la cena hecha a mi cama.

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